Filosofando

Niños con déficit atencional o docentes negligentes



En la actualidad dentro de los centros educativos del país, cuando un docente es incapaz de hacer permanecer a un estudiante durante dos lecciones sentado y callado en su respectivo pupitre, se expresa de él como un malcriado, inquieto e hiperactivo. Si su conducta persiste termina diagnosticado por el docente como un estudiante “D.A” con el cuál es imposible trabajar. Por consiguiente el educador le aplicará lo antes posible una Adecuación No Significativa para según él, con más tiempo en sus asignaciones y exámenes lograr salir avante en sus estudios.
¿Pero realmente será el problema el estudiante? Según Menéndez, un chico con Déficit Atencional, “es un niño insufrible al que no podemos llevar a ningún lado, agota a todo el mundo, desquicia a la familia y no para quieto ni un minuto”.
Serán los padres de estos chicos conscientes del lugar, hora y estado emocional del infante al que exponen delante de una situación nueva por vivir, estará lo suficientemente educado para enfrentarla, o entrenado para superarla sin realizar berrinches o comportamientos famosamente descritos como “verdaderos dolores de cabeza” para sus padres avergonzándolos en público.
Precisamente ese es el problema que sucede en las aulas. Los educadores exigen de forma implícita a sus estudiantes, adecuarse a su estilo de trabajo. Obligando a los escolares a dejar a un lado gustos y preferencias, por consiguiente también sus distintos estilos de aprendizaje e inteligencias múltiples no son tomados en cuenta.
Cualquier persona que no ha sido educado para hablar mandarín, se sentirá incomodo e inadaptado a desarrollarse dentro de la cultura china. De igual forma es imposible pensar que un niño se adapte al pensamiento y visión de un adulto.
De tal manera, que si el docente no tiene la capacidad para obtener la atención de sus estudiantes mediante actividades innovadoras y  motivadoras acorde a sus edades, preferencias e individualidades, nunca podrá obligar a un chico a permanecer con toda su atención a una actividad inherente a su interés; el niño por naturaleza buscará saciar su deseo lúdico de investigar por si solo como suceden las cosas sin importar que tan importante disertación esté dando su profesor en el salón de clases.
Al no conseguir que los discentes permanezcan bajo sus caprichos, los docentes  por lo general utilizan la estrategia “evita-trabajo” para negligentemente hacer que su rendimiento escolar mejore y lograr superar el nivel que cursan con el objetivo único  de no tenerlo el próximo año.
Una de estas estrategias es la conocida Adecuación No significativa. “Todas aquellas acciones, por parte del docente que no modifican substancialmente el programa de estudios oficial, creando situaciones de aprendizaje adecuadas, con el fin de atender las necesidades educativas de los alumnos” (Rodríguez, s. f., s. p.).
La teoría indica que el docente debe propiciar situaciones de aprendizaje adecuadas, pero en la práctica esto no sucede con la mayoría de educadores.
Muchos docentes convierten a sus alumnos en chicos dependientes e inseguros a la hora de resolver un examen en los famosos “recintos aparte”, donde  se acostumbran a desarrollar el examen con mayor tiempo y supervisión, preguntando no dudas acerca de la redacción del ítem, sino pidiendo ayuda sobre: “esta está buena profe”.
El Déficit Atencional, no es de fácil diagnóstico, “se requiere de un abordaje multidisciplinario, donde se tengan en cuenta las conductas que el individuo muestra en los diferentes ámbitos en los que se desempeña” (Zona Pediátrica, s. f., s. p.).
Por lo que un docente regular podrá identificar algunas conductas que se salgan del control tales como describe Valdivia (s. f.):
  • ·        No presta atención suficiente a los detalles o incurre en errores por descuido en las tareas escolares, en el trabajo o en otras actividades.
  • ·         Tiene dificultades para mantener la atención en tareas o en actividades lúdicas.
  • ·         Parece no escuchar cuando se le habla directamente.
  • ·         No sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares, encargos u obligaciones.
  • ·         Tiene dificultades para organizar tareas y actividades.
  • ·         Es renuente a dedicarse a tareas que requieren esfuerzo mental sostenido.
  • ·         Se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes (s. p.)




El docente regular nunca podrá realizar más que referir el caso, a un especialista para una investigación detallada. “Esto se logra con entrevistas personales al alumno, informes familiares, docentes, del ámbito laboral o de los líderes sociales que están en contacto con él. Se deben también analizar los antecedentes evolutivos, los exámenes físico, psíquico, psicopedagógico y neurológico, realizado por el especialista de cada área” (Zona Pediátrica, s. f., s. p.).
Finalmente una intervención de esta magnitud, permite conocer si realmente sufre de déficit atencional el discente, ó si es más bien la negligencia de procedimientos dentro del planeamiento, lo que afecta  distintos procesos de enseñanza-aprendizaje, precisando el educador, realizar cambios en su pedagogía.
De realizar cambios en sus técnicas y métodos de trabajo, él educador capturará el interés del alumno potenciando sus destrezas, mediante una educación más vivencial, que le permita desarrollarse en un ambiente mucho más cómodo y seguro, donde su aprendizaje es verdaderamente significativo y no una vana repetición de conceptos vacios en aplicabilidad, permitiendo interesarse en el desarrollo de la lección, generando toda su atención en el trabajo en clase.
Si existieran más educadores comprometidos, con vocación y pasión por su profesión, desarrollarían el currículum en función del estudiante. Lo cual tendría en los centros educativos del país, niños más independientes, dinámicos y llenos de creatividad con atención en participar y aprender gracias a la motivación que genera participar en algo que se adapte a su contexto e individualidades.
Bibliografía
Menéndez, I. (s. f.). Niños con déficit atencional. Recuperado el 25 de Julio de 2010 de


Rodríguez, L. (s.f.). Adecuaciones Curriculares. Recuperado el 26 de Julio de 2010, de


Valdivia, M. (2006). Características y tratamiento farmacología del déficit atencional.
Recuperado el 26 de Julio de 2010, de http://www.stjohns.cl/www/docs/charlas
/tratdeficit.ppt


Zona Pediátrica (s. f.). Abordajes del déficit atencional. Recuperado el 24 de Julio de
            atencional.html







La Educación Antigua vrs La Educación Actual



Antes de poder afirmar cual educación garantiza un óptimo aprendizaje en el ser humano, debemos preguntarnos ¿qué es educación?. La Real Academia Española  define educación como “Acción y efecto de educar. Instrucción por el medio del docente”. Por otra parte, la enciclopedia libre wikipedia nos dice que “es un proceso multidireccional mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar”.

Pero la palabra educación, significa más que la simple transmisión de conocimientos por parte de un individuo hacia otro. Ya decía muchos años atrás Aristóteles que “el hombre es un animal social, que desarrolla sus fines en el seno de una comunidad”. Por tanto el ser humano no puede vivir aislado, lo cual produce que la educación esté en función de un individuo inmerso en la sociedad, y a la vez la nación dicta leyes donde demanda  de la educación el tipo de ciudadano a formar para la sociedad. Es aquí donde damos mayor significado a lo que grandes filósofos inmortalizaron en sus frases con respecto a la educación, decía Platón:
“Educación es el proceso  que permite al Hombre tomar conciencia de la existencia de otra realidad, más plena, a la que está llamado, de la que procede y hacia la que se dirige. Es el medio para escapar del engaño y la ignorancia. Es el objetivo de convertirse en un buen ciudadano”
Podemos definir educación como la llave del éxito, que permite al ser humano salir de la ignorancia, potenciando sus habilidades, destrezas para adaptarse al medio asertivamente, desarrollándose a plenitud como un ente social, capaz de cumplir con las leyes del estado, permitiéndole vivir en armonía y paz con la sociedad. Además de lograr aplicar  en su entorno todos los conocimientos adquiridos desarrollando un oficio a favor de la comunidad, beneficiando el crecimiento del país y sufragando sus necesidades como individuo.
En los últimos años, el reloj se ha convertido en el enemigo número uno de todos los docentes, eliminando casi por completo el desarrollo de habilidades sociales, artísticas, filosóficas dentro de los centros educativos por el simple hecho de cumplir con los contenidos propuestos en un plan de estudio dictado por el ente regulador de la educación en el país. Esto ha generado un menor grado de criticidad y creatividad en los discentes, disminuyendo capacidades de resolución de problemas ante cualquier situación cotidiana de forma efectiva y eficaz.
La educación actual, se ha convertido en una constante memorización de significados carentes de sentido, completando de tapa a tapa libros y cuadernos rellenos de ejercicios, pero vacios en aplicabilidad para la vida de los estudiantes.
Decía Pitágoras que la Educación: "Es templar el alma para las dificultades de la vida". Por tanto, la cantidad de libros completos no equivaldrá a la cantidad de soluciones ante un problema.


Es de gran importancia la transmisión de contenidos que se da en la actualidad, pero el éxito en el aprendizaje no lo garantiza la cantidad sino la calidad, por lo tanto considero que la educación más efectiva es la que cumple con lo que Erich Fromm menciona, “la educación consiste en ayudar al niño a llevar a la realidad lo mejor de él”, Sin importar la clase social, etnia ni religión la educación debe estar en función del alumno potenciando todas sus habilidades y reforzando sus carencias, tomando siempre en cuenta la parte afectiva-emocional lo cual motivará cada día durante su proceso constante de enseñanza-aprendizaje. Siempre contextualizando los contenidos a la realidad  y entorno del individuo para que así sea verdaderamente sea significativo y práctico.
Las necesidades y ambiente de la ciudad capital de San José, es totalmente distinta a la de puerto Limón, por tanto el énfasis y contenidos a desarrollar deben ser acordes a cada provincia para cumplir en desarrollar en los alumnos un aprendizaje significativo que les ayude a resolver situaciones cotidianas y les brinde las herramientas para lograr en un futuro como mínimo la posibilidad de optar por un oficio digno para vivir respetando la ley. Esto en la actualidad no ocurre, ya que los programas de estudio son iguales para cada rincón del país.
Considero que la educación antigua era más efectiva para el aprendizaje al tomar más en cuenta al individuo para desarrollar el currículum. Por tanto era más humanizada y contextualizada que la actual, desarrollando más valores y principios éticos que permitían una mejor convivencia armoniosa en las comunidades.  Además de brindarles contenidos aplicados a su entorno siendo de aplicación diaria para poder sobresalir en la vida con un oficio o aspirar a una profesión.

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